El problema del sargazo se declaró como un “desastre natural inminente”, lo que indica que el Golfo de México no es el único lugar afectado por este problema. También otros lugares como Florida, Texas, el este de Guatemala, Honduras, Panamá, Aruba, Curazao y varias playas de las islas del Caribe se ven impactados.
Natspace ofrece una solución a través de una planta que realiza la quema de estas algas, produciendo gas y transformándolo en energía limpia. Todo este proceso es completamente cerrado, por lo que no genera ningún tipo de emanación hacia el exterior, y la planta se alimenta de la energía generada por los gases que produce.
¿Qué es el sargazo y por qué debemos prestarle atención?
El sargazo es una macroalga perteneciente a la familia de las algas pardas. Puede crecer varios metros y algunas especies tienen gas para mantenerse a flote y promover la fotosíntesis.
Hoy en día, podemos ver el sargazo flotando en la superficie del océano, funcionando como hábitat de algunas especies marinas. En cantidades moderadas, es benéfico para el ecosistema, ya que permite dar vida a otras especies, pues es alimento de peces, camarones, cangrejos y tortugas.
El motivo de su agravamiento desmedido se debe al incremento de la temperatura de las aguas, a causa del cambio climático y al aumento de nutrientes en el agua, debido a que la actividad humana está haciendo llegar fertilizantes contaminantes a las aguas, lo cual desequilibra el ecosistema y favorece el crecimiento del alga.
Las grandes cantidades de sargazo no sólo afectan los mares y océanos; al acumularse en las playas, produce erosión y, tras su proceso de putrefacción, emite un gas ácido de olor pútrido que puede ser nocivo para nuestra salud.
La reducción de contaminación en comparación con un relleno sanitario es significativa. Nuestra planta logra una reducción de emisiones de GEI de aproximadamente un 85% menos de CO₂ equivalente, un control de lixiviados con una disminución de entre el 90 y 95% de lixiviados contaminantes, y una reducción de residuos finales acumulados de alrededor del 80%, optimizando además el uso de combustibles y energías limpias para reducir efectivamente el impacto ambiental.